jueves, 4 de octubre de 2007

Querido diario:

Ayer le hice una visita al doctor y me recomendó hacerme algunos análisis de la piel. Me informó sobre el problema de deshidratación de piel que hay en mi cuerpo. Tengo la piel seca y arrugada, debido a que no ingiero la proporción adecuada de agua por día.

La escasez de agua está matando el planeta. Hoy en día, la mayoría de las personas mueren por deshidratación.

Recuerdo que cuando tenía 9 años, las personas gastaban muchos litros de agua en lavar los autos y las veredas con la manguera. También quedarán en mi memoria aquellos tiempos en los que mis hermanos y yo podíamos ducharnos sin medir la cantidad de agua que usábamos.

Ahora las personas deben raparse el cabello y bañarse con aceite debido a la escasez de este líquido vital. Cada vez que cuento estas historias a mis nietos, no pueden creerlo.

Recuerdo, y todavía lamento, no haber hecho caso a los carteles y folletos que informaban sobre la falta de agua en el futuro.

Hoy en día, el proceso de potabilización de agua es muy costoso, de este modo, las únicas personas que pueden acceder a este privilegio son los que disponen de alto poder económico.

Ya tengo 70 años de edad y comprendo cuál era la intención de las campañas que informaban sobre el agua. Lo que más desearía en este momento es que todo vuelva a ser como setenta años atrás y poder utilizar el agua como antes.


Alumnas: Amoroso Sofía, Morán Natalia